LA GARRAPATEA es un espacio donde se aprende música haciendo música.
Es un lugar singular ya que,
1. Desde los 4 años los niños tocan su instrumento.
2. Se aprende a tocar en grupo porque éste se constituye como contexto natural de aprendizaje de los niños.
3. Incorporamos la tecnología como herramienta esencial tanto en las clases como para que los niños realicen sus tareas en casa.
INSTRUMENTO: nosotros creemos que a hacer música se aprende haciéndola.
La práctica es la parte esencial en el hecho de aprender música porque la música se crea, se escucha, se piensa pero sobre todo SE HACE. Los niños aprenden canciones con sus instrumentos que están perfectamente adaptadas y secuenciadas en un proceso donde la herramienta principal para conocer la música es el instrumento.
La finalidad es conocer y HACER la música, y el instrumento es nuestra herramienta para conseguirlo.
Nuestros instrumentos: violín, viola, violonchelo y piano.
HERRAMIENTA DE APOYO: nuestros vídeos de apoyo son una herramienta familiar a los niños, que tiene un papel fundamental: permite que practiquen en casa la música que aprenden en la escuela.
Les proporciona de forma práctica e interactiva, los aspectos básicos de lo que han aprendido en clase.
FORMACIÓN COMPLEMENTARIA: las asignaturas que forman este bloque complementan a la práctica instrumental.
Coro (para niños entre 5 y 7 años)
La voz es nuestro instrumento natural, nacemos con ella y todos podemos cantar de oído que nadie nos haya enseñado. Las clases de coro fomentan la práctica musical, la socialización y el hecho de hacer música en grupo: nos enseñan a mantener el pulso, a escucharnos a nosotros y a otros, nos enseñan a articular mejor las palabras y la relación de las palabras con la música, nos enseñan donde están los acentos, nos enseñan qué es la métrica y la rítmica.
En Coro abordamos canciones infantiles así como el material musical que trabajamos con el instrumento, con lo que relacionamos las dos materias reforzando el hecho musical que estamos “haciendo”.
Lenguaje Musical (a partir de 8 años)
Una vez experimentado el hecho musical de forma práctica (es decir, cantamos en el coro y tocamos muchas canciones con el instrumento que nos hemos aprendido de oído y de memoria, imitando a nuestro profes y a los compañeros), vamos a aprender que eso que suena porque nosotros lo tocamos, se puede escribir y describir.
Empezamos a tomar conciencia de que la grafía representa el sonido y el ritmo que hacemos. Nuestro oído ha estado presente desde el principio, somos capaces de tocar y de cantar, pero ahora, toca decirle a nuestra cabeza que lo que ha estado haciendo se puede representar, tiene nombre y apellidos y que la música también se transmite a través de la lectura. Comenzaremos a descifrar el lenguaje musical escrito para usarlo como medio para producir la música. Conoceremos las reglas del juego!
Instrumento: 4 años
Instrumento + Coro: de 5 a 7 años
Instrumento + Lenguaje: de 8 años en adelante
Todos los profesores son músicos profesionales con titulación superior.
Nuestro diseño de niveles, actividades y materias tiene como finalidad que los niños de Garrapatea tengan una formación musical completa cuando se marchen de nuestra escuela.
¿Qué es una formación musical completa?
Entendemos que alguien posee una formación musical completa cuando es capaz de manejar con soltura un instrumento como herramienta para hacer música y poder comunicar; conociendo y re-conociendo los elementos del lenguaje musical para utilizarlos y manipularlos, creando su propia música si quiere; siendo alguien que cuando escucha música, de cualquier tipo o género, entiende lo que está sucediendo. Por tanto, nuestro objetivo es que los alumnos que completen la formación no sólo hagan música y toquen con solvencia, sino que puedan crear y escuchar siendo conscientes de lo que hacen y de lo que escuchan.
Usando el símil del aprendizaje de un idioma, es alguien que cuando quiere puede “hablar” en este idioma, o comunicar con esta lengua. Esto no es óbice, para que aquel que quiera y que tenga las aptitudes, pueda acceder al campo profesional -en cuyo caso recibirá la orientación adecuada-, pero no es necesario acceder a un campo profesional para poder usar y entender el lenguaje musical.
Para ello contemplamos que los alumnos puedan quedarse hasta los 18 años. En este recorrido vemos tres etapas bien diferenciadas:
Nivel de Iniciación (1) Nivel Básico (2) Nivel Avanzado (3)
Cada una de ellas tiene un fin en sí misma con lo que al finalizar cada nivel los alumnos habrán cumplido una serie de objetivos determinados.
Hasta este momento de crecimiento, dada la juventud de nuestro proyecto, nuestro techo se encuentra en el nivel básico: los alumnos más mayores, que llevan con nosotros cinco cursos, ¡tienen sólo diez añitos!
Nuestro planteamiento es el siguiente:
En el Nivel de Iniciación, que en la mayoría de los casos irá desde los 4 hasta los 9 años, los alumnos comienzan sólo con el instrumento. En una segunda fase se incorporan clases de coro, para finalmente iniciar a los alumnos en el lenguaje musical. Estas materias las consideramos imprescindibles y por ello trazamos una secuencia cerrada.
En el Nivel Básico, se completa la formación de lenguaje durante uno o dos cursos (dependiendo de los casos, ya que no todos empiezan a los 4 o 5 años) pero empezamos a ofertar otras materias, como Taller de Creación o Piano Complementario. En este momento del proceso, son las familias las que van eligiendo lo que van haciendo los niños cada curso, dependiendo de sus intereses. Nos encontraremos además con proyectos concretos como Coro u Orquesta. En estas formaciones de grupo podrán participar alumnos que no sigan en clases de instrumento, pero que de alguna manera quieran continuar en contacto con la música, haciendo música.
El Nivel Avanzado supone una consolidación de los conceptos y habilidades adquiridos en los niveles anteriores. Nos encontramos con un importante desarrollo de las competencias instrumentales, complementando la formación musical integral con materias como Armonía Funcional, Creación o Historia y Estética de la Música.
Aprendizaje cooperativo e interactivo.
La pedagogía de grupo es una herramienta que permite el aprendizaje en un contexto reconocido por el niño: el grupo.
Para cualquier niño, estar en grupo significa tomar referencias adecuadas, sentirse entre iguales, consolidar su aprendizaje y socializarse.
La diversidad es parte fundamental de esta herramienta metodológica.
Un grupo de niños es sobre todo diverso, cada uno tiene su propio ritmo de aprendizaje y sus propias características, y esto, es imprescindible para que nosotros podamos manejar el funcionamiento del grupo: potenciamos el crecimiento individual a través del grupo y no pretendemos homogeneizar a los niños, sino que respetando sus diferencias, buscamos un resultado de conjunto. Se mejoran sus “defectos” individuales y se potencian sus virtudes, las de cada uno y eso, sólo se consigue si tenemos referencia en otros.
La diversidad es una característica.
Además, el aprendizaje cooperativo mejora el nivel de enseñanza y la calidad de vida del aula, ya que los niños realizan tareas para conseguir un objetivo común (maximizando sus capacidades individuales).
Todos se responsabilizan del resultado colectivo, lo que produce una motivación mayor: se ayudan unos a otros en base a un compromiso de grupo y al interés recíproco.
¿Por qué la edad es un criterio para formar grupo?
Los grupos se conforman por edades puesto que hay un patrón definido en la evolución psicomotora y en el desarrollo cognitivo de los niños.
A edades más cortas más grandes son las diferencias entre ellos (es decir, hay muchas más diferencias en habilidades psicomotoras entre un niño de 5 años y un niño de 4, que entre un niño de 8 años y un niño de 7 años).
Por ello, atendiendo a esta característica inherente al desarrollo psico-evolutivo de los niños, los grupos de los más pequeños son de edades iguales y a medida que su edad va aumentando, podemos empezar a diversificar la composición del grupo en relación a este factor.
Las clases de instrumentos de cuerda (violín, viola y violonchelo) se realizan en grupo de 10 niños, cada uno con su propio instrumento.
Nuestras clases de piano se realizan en grupos de 4 niños (con dos teclados en el aula).
Durante el proceso de aprendizaje musical, una vez dominados algunos elementos básicos que deben ser interiorizados (pulso, ritmo, altura, duración, etc.) nos parece imprescindible que el alumnado tome conciencia de que, las capacidades expresivas del fenómeno artístico que nos ocupa, pasan también por la producción de músicas que le son propias.
No sólo, es interesante crear partituras que ya vienen fijadas, sino también que nosotros mismos seamos capaces de poderlas generar.
Dicho de otra manera: todos tenemos derecho a sonar.
Nuestra propuesta, en este sentido, se inicia con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación a nivel de usuario, que nuestros alumnos y nuestras alumnas ya conocen (por el desarrollo de la competencia digital en la enseñanza básica).
Con el apoyo del profesor M. González y usando las herramientas de software y hardware adecuadas iremos explorando el universo sonoro que nos proponen las tecnologías, tomando decisiones estéticas desde el principio.
No olvidaremos, la improvisación individual y en grupo y las estrategias pedagógicas usadas en La Garrapatea, que se vienen desarrollando con los buenos resultados que ya conocemos.
El cambio para el alumnado es apenas perceptible, las tecnologías actuales les son familiares y cotidianas, tanto, como el instrumento musical que ya manejan con soltura. Nuestro trabajo consiste en conducirlos a un estado de expresión y comunicación personales que les ayude a llevar una vida adulta equilibrada y satisfactoria.